‘Los formatos aleatorios vienen dados…’

os_formatos_aleatorios

‘Los formatos aleatorios vienen dados por las sucesivas mutaciones que sufrió el módulo’, es el título de esta exposición de Miguel Vázquez (Vigo), que se ha podido visitar hasta el 23 de diciembre en el Espacio Emao (Escuela Municipal de Artes y Oficios de Vigo), calle García Barbón, 5 de Vigo.

formatos_aleatorios_exposicion_miguel_vazquez
Una de las obras de la exposición.

El saxofonista Charlie Parker decía que hay que aprender a dominar la técnica y después, olvidarlo todo y tocar. Algo así es lo que hace Miguel Vázquez con la escultura cerámica. Después de cuarenta años de trayectoria artística, y de 38 como docente, Miguel se ha convertido en un escultor preciso y un docente riguroso.
Su compromiso con la cerámica nace de una fascinación por la tierra y el fuego que lo enganchó en esos años de la primera juventud en los que, quien más y quien menos, juega con la incertidumbre de a qué dedicarse el resto de su vida.

Desde aquel proverbial descubrimiento, Miguel no ha dejado de estudiar los procesos, las técnicas, los materiales y las posibilidades plásticas, y ha hecho del fuego y la tierra sus compañeros de viaje. Ese entusiasmo que todavía transmite hoy en su conversación alumbró su vocación artística y docente y, con el paso del tiempo, hizo de él un artista de referencia y un profesor inolvidable.
Los trabajos que se pueden ver en esta exposición son una síntesis sin pretensión cronológica de ese largo camino de compromiso con la escultura cerámica y, de alguna forma, también de la labor docente, porque a través de estas obras, quien ha recibido su magisterio, reconocerá muchas cuestiones tratadas en sus clases.

formatos_aleatorios_exposicion_miguel_vazquez2
Un aspecto de la exposición.

En esta pequeña selección se evidencian su profundo conocimiento técnico y plástico y una actitud que nos remite a la cita con la que comenzábamos: Miguel sabe mucho y, a la hora de crear, decide olvidarlo todo y mirar de frente al azar.
En una disciplina artística como es la escultura cerámica
, que requiere de tanta precisión y conocimiento, Miguel disfruta poniendo sus leyes físicas al límite, como una necesidad de autoafirmación que define su personalidad.

Esta afirmación del yo es expresada mediante un temperamento apasionado que transmite autenticidad, sin dejar de lado ese rigor técnico y una evidente elegancia formal. El artista, además de dominar el oficio y los códigos, posee un discurso propio; y el profesor, además de dominar la palabra, desprende el carisma necesario para provocar la complicidad en la transmisión de conocimientos.

Este talento posibilitó que, además de en España, su obra forme parte de colecciones institucionales en lugares tan diversos como Países Bajos, Suiza, Francia, Italia, Croacia, Japón o China; y que su magisterio le llevara a pronunciar conferencias e impartir talleres y cursos en diversos museos y universidades de España y Japón.
El compromiso con sus valores, que él lleva a todas las facetas de su vida, se expresa también en su trabajo, en una inquebrantable posición ética con la que ha recorrido un camino singular en el arte y la docencia.

Javier Pérez Buján