Las artes decorativas al alza
Salvo contadas excepciones, no es habitual que artes decorativas, de indiscutible calidad en este caso, coincidan con otras manifestaciones artísticas. Esa confluencia ecléctica de disciplinas, soportes, estilos y épocas, y esa consideración de prestigio tienen nombre: la Feria de Arte de Bruselas (Brafa) que, tras sucesivos aplazamientos, estrenó por fin, del 19 al 26 de junio, su nueva ubicación en la Expo de Bruselas.
Una edición tras otra, ese contraste de especialidades que propone Brafa atrae a miles de coleccionistas, amantes de las artes y curiosos. Las 115 galerías de 15 países presentes en esta edición presentaron desde objetos arqueológicos de procedencias dispares a arte clásico, moderno o contemporáneo; ebanistería y mobiliario de todas las épocas a artes decorativas y suntuarias: orfebrería, cerámica, cristal, vidrio…

Imposible no extasiarse ante una cómoda del ebanista parisino Etienne Doirat (1675-1732) −chapada en amaranto, decorada con cincelados y bronces dorados, y rematada con mármol rojo real−, un escritorio Art Déco de Jules Leleu, o una mesa contemporánea oval de marquetería de hueso sobre tres patas de acero lacado de Etienne Allemeersch. Y, por supuesto, ante un espejo con marco de latón y soporte metálico de Ettore Sottsass; o un despliegue de joyas de Pol Bury, Takis o Lin Vautrin.
Si algo distingue a Brafa es su propuesta de coleccionismo cruzado y una equilibrada combinación de especialidades que pocas ferias con su solera, 67 ediciones, consiguen ofrecer; y que refleja las actuales tendencias de compra y la propia evolución del mercado. En cualquier caso, la convocatoria de la próxima edición, también en el parque ferial de Heysel, retorna a sus fechas habituales: del 29 de enero al 5 de febrero de 2023.
Una buena oportunidad para descubrir el mundo del coleccionismo en materia de artes decorativas.
Miguel Bertojo.